Para mi hermano Erich.
Gracias por venir, por acompañarnos, por compartir un momento más.
Erich, nuestro viajero, inicio una nueva expedición. Su preparación fueron mil millas árticas, escalar volcanes y montañas de América y Europa. Ahora recorrerá la Patria Celestial.
Nos dejó conferencias, libros, anécdotas. Ayudó a personas con la misma enfermedad que él. Creo conciencia en las autoridades mexicanas para la atención del paciente diabético, trabajando con el Secretario de Salud, Julio Frenk, en la creación de políticas públicas. Su ejempló inspiró a personas a que aportaran recursos y su talento en establecer un área especializada en el Hospital Infantil Privado.
Es un ejemplo vivo de un mexicano exitoso. Triunfando a pesar de los obstáculos.
En lo personal siempre nos dio algo. Palabras, Consejos, Cariño, AMOR. Cada uno de nosotros tiene recuerdos de esos momentos, donde él estuvo para nosotros.
Vivió al límite. Viviendo intensamente cada día. Con él pasamos muchos momentos muy agradables; también sufrimos, junto con él, grandes sustos. Vivir con él fue intenso en todo sentido.
Les quiero compartir el sueño que tuve anoche:
“Lo vi como lo recordamos, con su cabello negro abundante, sonriente, fuerte, gallardo, elegante, muy bien vestido. Con sus movimientos expresaba ese Don de gente que lo caracterizaba y lo hacía ver como un líder. Me recordó a una fotografía que le tomaron cuando lo reconocieron, en el 2000, como el mejor deportista diabético. Era recibido por personas de todas las razas, de todas las lenguas. Todos le aplaudían, lo felicitaban. Se veía triunfante. Caminaba en medio de ellos, rumbo al presídium, a recibir su trofeo. ¡Es un Ganador!”.
Ahora vive libre y disfruta de las promesas de Jesucristo. Es libre de su cuerpo, de las jeringas y agujas, de sus “altas y sus bajas”. Rompió las cadenas de su enfermedad.
Erich, HOY vives el amor pleno del Padre. Recibe la corona del triunfo que Él te da y que te has ganado.
Gracias, Erich, por tu ejemplo de vida, por tu pasión, por tu amor.
Te amamos.
Kurt G.Fritsche
Muchas gracias,
Ya entre a tu blog.
¡Qué bien se ve Erich en la foto!
Muchas gracias,
Recibe un fuerte abrazo.
Respecto al correo de Erich, gracias por considerarme de la familia, por lo que he visto fué como las flores de los Cactus, que para que florezcan deben librar grandes retos de la naturaleza y vivir en condiciones destinadas solo para los campeones de la supervivencia, puede que para muchos haya sido éfimera su vida, pero para el creador es la suficiente para que dejen su legado y ejemplo así como el recuerdo de su belleza en flor.
Rocio G. Lojero
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