En el bar del hotel un individuo bebía copa tras copa, solitario, cogitabundo, silencioso. Le pregunta el barman: "¿Qué le sucede, amigo? ¿Por qué se ve tan triste y pensativo?" "Soy recién casado -respondió, sombrío, el tipo-. Ayer mi novia y yo tuvimos nuestra noche de bodas. Cometí un error fatal". "¿Qué error fue ése?" - inquiere el cantinero. Narra el otro: "Al terminar el acto eché mano a la cartera, y sin darme cuenta de lo que hacía le di a mi mujer un billete de 500 pesos". "Vamos, vamos -trata de consolarlo el barman-. La cosa no es para tanto. Dígale que fue una broma". "Ninguna broma -replica el sujeto-. El error que cometí fue casarme con ella. Me dio 200 pesos de cambio.Un señor compró un erótico negligé para su esposa. Le costó 3 mil pesos. Ella lo vio y no le gustó nada. Pensó: "Está tan transparente que él no podrá notar que no lo traigo puesto. Mañana iré a devolver la prenda, y me quedaré con el dinero". Esa noche, en la penumbra de la alcoba, la mujer se presentó sin nada encima ante su esposo. "¿Cómo me queda el negligé?" -le preguntó coqueta. "¡Carajo! -exclama él con disgusto-. ¡Por 3 mil pesos al menos deberían plancharlo antes de venderlo!"...
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